lunes, mayo 07, 2007

Un hobby


Lo que quiero contar, la cosa en sí, se parece mucho a cuando yo era pequeño y me apunté a karate…

Llegué con mamá del brazo.
Lleno de ilusión.
Kimono blanco, radiante.
Dispuesto a recibir…
…pero deseando aprender cuáles iban a ser mis armas también.
Deseando, por supuesto, ponerlas en práctica.
Al principio del camino hice amigos.
Me gustaba la parte de los juegos. La que hacíamos los viernes. Aunque aquello no fuera karate.
Y entendí desde el principio que había una escala concreta, y que cuando uno es cinturón blanco no puede luchar con nadie. Que un amarillo puede tontear con un naranja, y que éste puede hacer cosquillas a un rojo, o a un verde. Y luego vienen los colores más oscuros, los que ya no hacen ni puta gracia. Los que requieren todas las horas de día. Todo el esfuerzo enfermizo. De los que sólo se rie el capullo que no lo ha entendido. El que no ha pillado ni la esencia ni la proyección.

Pero hay diferencias significativas:

De lo que yo estoy hablando no puede uno desapuntarse facilmente.
La cosa en sí suena tan real como el propio cráneo contra el suelo.
Lo único realmente parecido a una explicación es tu intuición.
Sueles encontrarte más bien en pelotas.
Pero estás hasta los huevos de cargar con el kimono, que ya no es blanco porque tiene mierda, y esa mierda pesa cada puto día más. Y sabes que no se quita. Y que cada puto día pesa más. Y que la mierda no se va. Y pesa más cada puto día. Y es inútil intentar limpiarlo. Puto kimono de mierda. Puta mierda de kimono.

Pero la diferencia que es primera y última a la vez, la que no dudo desde que olisqueé, que probablemente genera todo lo que escribo, pero que no me dará la razón hasta el final, es que antes, cuando yo era pequeño, no tenía ni idea

ni la más remota idea

de lo que viene después del negro.

2 Comments:

At 07 mayo, 2007 22:36, Anonymous Anónimo said...

no sé si de lo que hablas es de la especialidad que elgiste al hacerte mayor, pero el texto me ha resultado extrañamente familiar, como algo ya repetido hasta el aburrimiento en mi cabeza y que suele hacerse desagradablemente presente a final de cuatrimestre...

no sé si tu te referías a eso, aunque creo que algo de eso hay... yo tampoco sabía en lo que me metiendo, pero lo cierto es que ya tengo mucha curiosidad por saber que ocurrirá cuando se terminen los cinturones.

 
At 08 mayo, 2007 11:55, Blogger . said...

no. la verdad es que no me referia a eso.

lo que quiero decir, especialmente al final, es que de lo que estoy hablando sí que sé lo que hay después del negro. y no hablo de la especialidad. eso aún dejaría sitio para algo de esperanza.

:)

 

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