jueves, abril 26, 2007

Destinado a personas o cosas

( ♪ waves of grain, two gallants ♪ )
.
Todo lo que te pida, y todo lo que me des, está muerto de antemano. Y a lo que creo que hay después de esa muerte, lo que me da fuerzas para superarlo, le pasa lo mismo. Y a lo que te digo que no dejes escapar. Y a lo que yo, en silencio y a solas, retengo también por un tiempo. Y a lo que nos nubla a menudo, lo que nos permite periodos enteros de inconsciencia. A nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestros quehaceres y nuestros recuerdos, en ese orden concreto.

Para seguir con la lista basta con escoger cualquier cosa de tu alrededor. Quizá aún no te estés resignando, persona o cosa, no sé qué coño eres. Lo intuyo únicamente.

No olvides que debes olvidarte de todo esto por norma general. Y cuando lo recuerdes piensa que yo no me olvido de que lo sabes. De que no me puedes engañar. Y lo mismo te pasa conmigo. Por eso lloramos juntos a veces. Por eso volamos a veces tan alto.

Todo esto es tan cierto que me duele el teclearlo.
Todo esto es tan cierto que me duele el teclearlo.
Todo esto es tan cierto que lo vuelvo a teclear.
Ya me he desconcentrado. Ya no me duele el teclearlo.
(Es que no es fácil mantenerse en el limbo necesario donde entender todo esto)

¿Por qué sigo pidiendo, dando, creyendo, recomendando…y teniedo sueños, proyectos, quehaceres y recuerdos, en ese orden concreto? Eso, niños míos, no es ni siquiera cosa de los mayores. Pertenece a los que estamos menos muertos, precisamente porque lo reconocimos. Es sólo estrategia. Es la táctica de hacer ver que crees, de hacer ver que no te has dado cuenta, de mirar hacia otro lado. El otro lado. De fingir que bombeas tu corazon, que tienes aliento, que sudas, respiras y gimes como los demás. En definitiva, la táctica de seguir vivos. Todo un arte. El ejemplo más irónico del arte de la guerra. El arte más inútil de la guerra más macabra.

1 Comments:

At 27 abril, 2007 13:26, Anonymous Anónimo said...

Me gusta ir al teatro y evadirme horas o dias enteros. Inconsciente. Observando. Olvidándome de observar para sentirme -persona o cosa- observada, bajo un juicio constante... Me gusta hacer ver que creo, que crees, creemos, que nos engañamos o no y disfrutamos de ello. La satisfacción es grande...
Me gusta. Pero también es cierto que el dolor es grande y el sobrecogimiento es frío, metálico...Nunca he llorado tanto como lo hago ahora desde que voy al teatro.

 

Publicar un comentario

<< Home