domingo, abril 22, 2007

La liebre y la tortuga. Y lo otro



También sucede cuando vas por la carretera. Un coche te adelanta, a 150. Te lo encuentras parado en el mismo stop que tú, poco más tarde. Y piensas que no le ha servido de nada ir tan rápido. Que ha corrido un riesgo innecesario.

Otras veces eres tú el que corre. Adelantas a los demás y no piensas en lo que piensan. Sólo sabes que estás llegando tarde. O que hay pocos coches y es de noche, y que simplemente te apetece correr un poco.

Algunas veces infringes las normas, por debajo. Vas por una carretera tú solo escuchando alguna canción, o mirando alguna casita. Vas a 15, o a 20. Te apartas para que te adelanten los que no corren mucho ni poco. Los que simplemente tienen la tarde del viernes libre y vienen de hacer la compra.

Y cuando eres tú el que examina si este va muy rápido, si aquel va muy despacio…tus cálculos se acaban brúscamente porque ese que corría tanto ya no está. Giró por otro camino. Y el que va tan lento se ha parado en el arcén, a coger a un autoestopista.

El camino de cada uno, independientemente de la velocidad, está en el aire de antemano. Tú decides en qué partes del recorrido vas a correr más y en cuáles menos, pero ten por seguro que tu trayecto acabará justo donde tenía que hacerlo, justo en o antes de tu destino. Quizá después. Las cosas no serán finalmente diferentes de como van a serlo.

Vivir deprisa no debería ser una actitud. Sólo una parte de tu recorrido, tan necesaria para tí en algunos momentos como frenar y pararse otras veces. Lo digo por esas balas nunca mejor dicho perdidas, que destrozan en ocasiones el sentido del quitamiedos. Pero lo digo también por esas tortuguitas de andar decidido,claro y correcto, que me resultan más respetables pero no por ello menos inconscientes.

2 Comments:

At 23 abril, 2007 11:06, Anonymous Anónimo said...

Y si te quedaras sin gasolina? Entonces... qué? Esperar a que alguien que pase por ahí te salve la vida?

 
At 23 abril, 2007 22:20, Blogger . said...

yo si alguna vez me quedo sin gasolina no confío en que nadie venga a salvarme la vida.

por eso voy mirando la flechita y repostando. y rezando porque la gran avería llegue lo más tarde posible...

 

Publicar un comentario

<< Home