miércoles, noviembre 15, 2006

Ánimo 1

Hay un cambio en tu vida. El que sea. Un cambio grande.

Te vas a vivir a otro sitio, tu pareja te ha dejado después de 3 años o emprendes un proyecto en tu vida que nunca antes te habías planteado.

Deberías darte cuenta de que todo ha cambiado de color entonces. Todo ha cambiado de olor. Hay algo muy grande, muy ligero al principio, que está en cada uno de tus poros, que ya no es como antes.

La puerta suena distinta al cerrar. La cara de los vecinos es otra. Tus huesos se cansan de una manera diferente, ante nuevos movimientos y la percepción del mundo se presenta extraña, tarde, patosa.

No parece malo. De echo no lo es. Sólo tu cuerpo, tu mente, se están adaptando a la nueva realidad. Dejando de lado el pasillo de tu edificio que nunca atravesarás, pues no te viene de paso, y recordando el puesto de castañas de la esquina, que siempre es el mismo. Que lleva ahí por lo menos desde que llegaste.

De esta manera generarás tu visión del entorno, con tus nuevos recuerdos y tus recién estrenadas cosas que vas a olvidar.

No te preocupes porque no tienes nada que hacer. Tu percepción va a ser selectiva y aleatoria. Y en esa mentira te vas a criar mientras no afrontes otra gran cambio que te llevaría a nuevas falsedades.

Y estos grados de conocimiento incompletos y subjetivos, de todos los aspectos de tu vida, se mezclan en una especie de malla escocesa enorme, a los que tú llamas realidad, y en los que te sueles poner cómodo, coger el mando, y encender la televisión.

Sólo quería hacer ese apunte. Nada más. Recordar que nada de lo que vemos es como lo vemos y que por tanto nada de lo que sentimos es como lo sentimos, pero que me emociona el cambio de olor y color de las cosas cada vez que me doy cuenta de ello.

Ánimo a todos porque esto va a ser duro.