lunes, noviembre 06, 2006

He dormido poco. Tres temas rápidos...

Eres la droga perfecta (y ya te lo dije anoche) principalmente porque sé que eres eso, una droga. Me haces percibir la realidad de una manera nueva, a la que ya me voy acostumbrando, y si pienso un momento sé que no eres verdad. Y no por ello me dejas de hacer efecto. No me he acostumbrado a sentirlo y eso hace que ya no sienta nada… No. Tú eres la droga perfecta.

Me he acostumbrado a gritar. A morder. A sentirme un animal, y por otro lado ver como exploras mi potencial, del que hablas. Disfruto con tus preguntas. Y me entretengo haciendo lo mismo. Es genial así.

Me excitas pero no me enganchas. Y me das toda la tranquilidad del mundo cuando la necesito, sin dejar que me estanque, porque sabes que yo tampoco te dejo.

No me cuestas dinero. Alguna entrada al cine, pero poco más.

Sabes que mi corazón no es bueno. Que está adaptado al comportamiento de la sociedad, y a sus rituales sentimentales que he dejado de comprender. Por eso no mato. Por eso violo. Por eso no estoy en la cárcel. Pero mi corazón no es bueno. Se equivoca y saca provecho de ello. No porque me crezca ante la adversidad, sino porque la escala de valores ha hecho algo parecido a invertirse, y es mejor meter la pata, vigilando las trampas mortales.

Eres la única persona que lo ha entendido en mí, o al menos que me lo demuestra. Y me permites ser…¿yo mismo?. Todavía no sé lo que es eso. Y creo que es imposible saberlo. Como mucho se puede rascar en las entrañas. Y se sorprende uno con las cosas que arranca de allí. Pero sabe que son suyas. Que nació con ellas. Y que nadie tiene mérito ni culpa. O las tira o se las traga. Pero eso no es muy importante. La actitud curiosa o no es lo que cuenta. La manera de aceptarlo. Y eso determina la manera de comportarse y relacionarse con los demás. Se puede ser radical o compasivo en el experimento. En el despegue. Pero hay que reconocer lo que es la tierra y lo que ya no lo es. Intentar medir la distancia con cálculos rápidos y frágiles, mal llamados prejuicios, porque no son definitivos. Ni mucho menos. Son sólo intuiciones para ahorrar tiempo y perder malos amigos. Considero mejor saber pedir perdón (creyéndoselo), que no tener que pedirlo nunca. En este caso vale más curar que prevenir.

Estos elementos se desprenden por las altas presiones y las temperaturas. No por la velocidad. Que también es alta.

4 Comments:

At 06 noviembre, 2006 21:08, Anonymous Anónimo said...

Siguiendo en mi línea..este comentario estaría en blanco.. Pero soy la primera que odio no encontrar las palabras, cuando tengo tanto que explicar, a quien mejor me escucha. Asi que haciendo un esfuerzo por mi parte en buscar cómo decir, y por tu parte en traducir a coherencia, te escribo...(sigue en el e-mail)

 
At 06 noviembre, 2006 21:10, Anonymous Anónimo said...

PD: muaurrffff

 
At 07 noviembre, 2006 11:28, Anonymous Anónimo said...

Es necesario destacar, entre otras cosas, que soy el numero 1066 en el contador. Año en que se fecha, oficialmente, el nacimiento de la lengua inglesa, que tanto proliferó gracias al colonialismo Victoriano ('el sol nunca se pone para el imperio británico'). Por lo demás, creo que el estilo evoluciona y la relacion homosexual entre Gsus y Camilo de Ory también, lo cual no sé si me alegra o me disgusta. 1066.

 
At 07 noviembre, 2006 14:30, Blogger . said...

sin duda te alegra. moñon. guiri.

 

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