martes, febrero 13, 2007

Tinta negra en un papel mojado

Te duele tanto lo que digo que no puedes escucharme. Ni siquiera me oyes ahora mismo. Total. Mente imposible.

Automáticamente te sitúas a cientos de años luz en cuanto me ves aparecer.

Tengo que haber sido muy importante en tí para disparar ese mecanismo en la actualidad. Lo sé. Soy consciente. Esto es lo único que siento, no haberlo detectado a tiempo. Ni a este hecho ni a tí. Aunque sólo hubiera sido con el espacio justo para que no construyeras esta muralla que parece que no nos dejará mirarnos a los ojos nunca más. Y en realidad nunca lo hemos hecho.

Parece que esté triste. A veces. Parece que todo esto me de pena. Que lo considero una lástima. Que me lamento por algo de lo que no tengo la culpa pero que inevitablemente me toca sufrir.

Yo creo que es más cierta la versión que habla de que estoy alegre, de que sonrío, de que bailo porque estoy vivo. Porque tengo la oportunidad de haber entrado en juego. Y continuo aún aquí dentro. Asiento. Recibo. Acepto las reglas. Y lloro porque forma parte de ellas. Porque añade paja a la balanza. O plomo. Y en el fondo me dais igual tú y los problemas que me causas; y ella y los viajes que hemos hecho. Y los momentos increíbles que pasamos entretenidos con una hoja seca o con un trozo de lana.

Creo, sinceramente, que todo eso me da igual. Que sólo lo sufro, lo disfruto, o me resulta indiferente. Y entre esos tres polos se componen todas nuestras vidas. Y ahí está la clave del truco. En que son infinitamente pesadas para un ser humano, todas esas deslumbrantes patrañas, y ninguno de nosotros las quiere ni las puede levantar.
.
Esto es lo que pareces no haber comprendido. Imposible comportarse como lo haces en caso de haberlo entendido. Incomprensible dejar que todo se diluya.

2 Comments:

At 14 febrero, 2007 23:15, Blogger Ben Clark said...

Imposible/incomprensible dejar que todo se diluya...

 
At 15 febrero, 2007 00:18, Blogger . said...

¿Duro verdad?

Un abrazo amigo...

 

Publicar un comentario

<< Home